Fragmento “Recuerdos de un olvido”

-Entiendo que te hayan lastimado pero, ¿Podrías dejar de fingir que no te importa? ¿Cuál es el punto de que no sepan que te duele?, que ellos no se enteren no aplacará el sentimiento y guardarlo para ti tampoco. ¿Te gustan las noches de llanto? ¿Los días de lluvia?, ¡Dime si te agrada tanto este infierno que no te esmeras en salir de él! ¿Te gusta el fuego? ¿Te gusta el dolor?, solo dime si estoy perdiendo mi tiempo contigo o si esta vez me darás tu mano para salir de esta situación, no quiero verte así, no a ti. No te guardes tus sentimientos que hasta en eso hay que aprender a compartir.

          Para entonces ella ya había apartado la mirada para evitar que su mirada hablase por ella. Sus ojos no eran de los que él se había enamorado, su sonrisa, su personalidad, su ser, no era ella. Todo lo que decía y hacía era porque temía perderla pero no fue hasta aquel momento en que cayó en cuenta, ya la había perdido.